La soledad
Implica un desequilibrio entre el nivel deseado y el conseguido de interacciones sociales y afectivas.
Podríamos imaginar que existe una línea donde la soledad se situaría en un extremo del continuo de interacción social y, en el lado opuesto, se situaría la invasión de la privacidad.
En términos psicológicos, existen diversas definiciones para determinar qué es la soledad. Muchos autores se han preguntado qué es ese sentimiento y qué provoca en las personas, por ejemplo Sullivan quien la concibió como una experiencia displacentera, asociada con la carencia de intimidad interpersonal.
Young en la misma línea, concibió a la soledad como la ausencia real o percibida de relaciones sociales satisfactorias, que pueden ser acompañadas por manifestaciones de malestar psicológico. Este autor reparó en la posibilidad de que una persona puede sentirse sola y estar rodeada de gente.
Otros autores definen a la soledad como una discrepancia entre las relaciones interpersonales actuales y las deseadas como una experiencia displacentera que ocurre cuando la red de relaciones sociales de una persona es deficiente en algún sentido importante para ella.
también se ha definido a la soledad como un mecanismo de retroalimentación adaptativo que nos informa sobre el nivel de estimulación que recibimos de las interacciones sociales que estamos recibiendo, en términos de cantidad y forma. Tal estimulación varía desde la falta (soledad), hasta el exceso (invasión de la privacidad).
Las características de la soledad:
a) Es el sentimiento que resulta de deficiencias en las relaciones interpersonales, reales o percibidas.
b) es una experiencia subjetiva que contrasta con la evidencia física del aislamiento social. Es decir, que se relaciona más con cómo la persona está percibiendo la situación de soledad que está sintiendo que la realidad objetiva del número de personas contadas que están en relación.
c) es una experiencia estresante y que causa malestar.
Por otra parte, estas características de la soledad se relacionan con dos tipos de carencias que pueden identificarse como afectivas y cognitivas.
Las primeras están asociadas con una necesidad de intimidad y/o apego que no se llega a conseguir.
En cuanto a los déficits cognitivos están vinculados con una percepción de estimulación social por debajo del nivel óptimo considerado por el individuo.
Carencias afectivas:
Se refieren a aquellas que se derivan de la contradicción entre el sentimiento de soledad y la necesidad de vinculación afectiva y de apego.
La necesidad de afecto no se satisface, dando como resultado una insatisfacción que, según postulados fenomenológicos, puede interpretarse como una forma de autoconciencia.
De aquí pueden extraerse los propios recursos personales para el autoconocimiento, cuales son las formas de relación de una persona y en qué grado esta necesidad de afecto primario está siendo atendida, incluso en qué medida se siente como una necesidad no satisfecha.
Partimos de la base de que las personas coinciden y difieren en sus propias necesidades en cuanto a que algunas pueden sentir una gran necesidad de relación constante y por contra, otras personas pueden sentir esta necesidad de una forma más puntual.
Carencias cognitivas:
Se refieren a la evaluación que hace una persona de sus propias experiencias de soledad.
Se relacionan con un esquema conceptual que contiene el resultado de malestar en base a dos tipos de déficits, por un lado la falta de apoyo social y por otro la carencia de vínculo con una figura de apego.
Weiss propuso que la soledad de aislamiento social está vinculada con la ausencia de una red social y esta ausencia sólo puede remediarse por el acceso a dicha red y, en otro orden, la soledad de aislamiento emocional ocurre ante la ausencia de un apego emocional cercano y solamente puede remediarse por la incorporación de otro apego emocional o por la reintegración del que se había perdido.
Como resultado, nos encontramos ante dos tipos de soledad cognitiva, por una parte la soledad social y por otra la soledad emocional.
Ahondaremos en cada uno de estos tipos de soledad para tratar de comprender este sentimiento de una forma más profunda.
La soledad social
Es la experiencia personal y subjetiva que se obtiene de la evaluación que hace una persona de su propia necesidad de relación y la interpretación que hace sobre la red de relaciones de apoyo social que tiene.
¿Cómo son mis relaciones sociales?
La calidad de los contactos sociales es más relevante que la cantidad. De esta afirmación extraemos la justificación de que es posible que una persona se sienta sola pese a estar rodeada de gente. La calidad se refiere al grado de afinidad y estimulación que las relaciones y contactos interpersonales le ofrecen.
Por lo tanto, cuántos contactos sociales tengo comparados con cuántos contactos sociales deseo, aportará el grado de satisfacción con la red social.
Otros constructos de la personalidad como la introversión o la timidez y la ansiedad social pueden estar jugando un papel importante en esta forma de soledad que sería importante tener en cuenta a la hora de realizar una evaluación más objetiva.
El tipo de déficit social que una persona experimenta, la evaluación subjetiva de la situación social que le rodea y la perspectiva de necesidad de relación que tiene van a definir el sentimiento que nota en cuanto a su percepción de soledad social.
La soledad emocional
Dentro de las corrientes fenomenológicas antes señaladas, la soledad puede interpretarse como una oportunidad de reflexión, de conexión que una persona puede sentir consigo misma y como un medio para fortalecer el carácter individual que poseemos en los momentos en los que nos aislamos. El lado negativo de la soledad ha sido más estudiado no obstante, cercano a sensaciones de miedo e incertidumbre, abandono, carencia y ausencia de un vínculo de apego que proporcione espacios de intimidad y sentimientos de vacío.
Las características individuales de las personas juegan un importante papel en las formas de afrontamiento de la soledad en cuanto a emociones positivas y negativas que se asocian a este tipo de recursos personales.
Tendemos a asignar una categoría al tipo de soledad experimentada en función de la temporalidad, si es frecuente, puntual o permanente y en función de la privación sentida, si se trata sobre la carencia de vínculos sociales, familiares, de compañeros de trabajo, de pareja o de bienestar personal.
Si tienes alguna duda más sobre qué es la soledad o cómo se aborda en terapia psicológica ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de atenderte.
